Yoga y zapatos
Este es el relato de nuestro alumno Jesús, practicante de yoga adaptado desde hace 3 años. Jesús tiene tretraplejia y nos habla de cómo el yoga ha mejorado su autonomía.
«Mi experiencia con el yoga lleva ya tres años de andadura y ahora que lo pienso, me parece increíble que haya pasado tanto tiempo.
Ha habido distintas fases, desde que empezamos en mi casa y probábamos posturas y posibilidades, hasta la sala de Gobinde Alboraya en la que todo es mucho más fácil e intenso, pero algo muy importante es que mi cuerpo lo ha notado enseguida y al menos a mí, me sorprende que después de tantos años de lesión responda de forma tan rápida y asombrosa.
He ganado mucha flexibilidad, mi cadera está más suelta, lo que noto en mis transferencias, respiro mejor y algo increíble, los mantras no me parecen aburridos ni super-repetitivos… Ahora me encantan y me ayudan a relajarme y enfocar mi mente de manera más eficiente.
Lo último que he estado haciendo es subir mi pierna, cruzándola sobre la otra para poder quitarme o ponerme el zapato y masajear mi pie cuando me da espasmos. Antes me resultaba difícil hacerlo porque había mucha menos elasticidad, más espasmos y resistencia y como me costaba mucho y me dolía el cuello al hacer fuerza, lo dejaba estar… Ahora me siento cómodo subiendo mi pie, me hace cambiar de postura, al estar más apoyada la espalda me relaja el cuello y los hombros y por si fuera poco me hace interesante» 🙂