Testimonios Retiro de Yoga Adaptado
Los dias 18,19 y 20 de Mayo ha tenido lugar el retiro anual de yoga adaptado Arunai en Benicassim (Castellón), dirigido a personas con diversidad funcional y a profesores/as de yoga que completaban su formación con esta parte práctica. Durante estos días, hemos practicado yoga en sala y al aire libre, meditación, música en directo, taller de constelaciones familiares… y ha resultado una experiencia preciosa por los vínculos que se han creado y por todas las personas que han puesto sus ganas e ilusión en hacer que este fin de semana fuera inolvidable para todos/as.
Muchas gracias a todos los asistentes, esperamos volver a vernos todos/as el año que viene.
GRACIAS…
Carmen Luján
Este es mi testimonio del retiro de yoga. Fue muy bonito poder hacer cosas con mi cuerpo y en especial la relajación.
¡No me lo creo aún! ¡¡Mil gracias por todo!!
ENCONTRÉ…
Verónica Piqueres
En el coche mil expectativas anudaban mi garganta. El camino me llevo frente al mar, encuadre perfecto. Hacía dos años que habia estado con Laura en Castellon. La teoria era muy interesante, pero… ¿Cómo seria la práctica?
Encontré almas bellas que habitaban cuerpos diversos con aptitudes diversas. Encontré guerreras que defendían su verdad con ojos sonrientes (eran sus lanzas de amor), encontré almas-faro pues a su alrededor todo era luz, abrazos fuertes que me hicieron sentir protegida y amada, palabras que llegaban para recordar que el ahora es infinito.
Más allá de prácticas de yoga para personas con diversidad funcional, encontré regalos de almas bellas en cuerpos diversos.
Agradecida es poco.
Tu eres yo y yo soy tu. Namaste
EN EL CAMINO DE LA FELICIDAD
Paula Siala. 21/05/2018
Ayer llegué a casa y una serena paz alegre me permitía reposar satisfecha y plena en mi cama. Hoy me he levantado y la felicidad asomaba a mi cara en forma de una sonrisa involuntaria. En este momento siento que aún estoy integrando el fin de semana y desde aquí escribo estas líneas.
Cuando me propusieron asistir como acompañante al retiro, dos sensaciones internas pujaron por llamar mi atención: una era la oportunidad de aprender y disfrutar con personas que tenían un bagaje de vida amplio y eran profesionales y estudiantes del yoga adaptado, del que yo no tengo ningún conocimiento; por otro lado, el miedo a no saber, a hacer algo mal, a dañar sin querer, a que alguna situación me desbordara o a cualquier otra dificultad que pudiera surgir.
Finalmente, la confianza en los profesionales, en la persona a la que asisto, en el resto de participantes y mi incipiente creencia de que el yoga es un camino de crecimiento que lleva a la felicidad, me hicieron soltar mis miedos y coger mi capacidad de disfrute. Y así, con una sonrisa, emprendí una nueva aventura: El yoga en la diversidad funcional.
No pude tener mejor recibimiento, ni mejor acogida, pues a la primera persona que vi fue a Laura. Más tarde llegaron dos mujeres con las que ya había compartido momentos bonitos, la visita de AMMA a Valencia y una ópera en el Palau de les Arts. En ese momento, ya sabía que estaba en casa y que mi apuesta por el aprendizaje y el disfrute había sido correcta. A partir de ahí todo fluyó y al abrirme, la sorpresa, la serenidad y la alegría permanecieron en mí.
Me he dado cuenta de que el yoga adaptado no difiere mucho de mi intuición acerca del yoga en general.
Lo primero que sobresale es la compasión y la buena voluntad como un ejercicio de no violencia. Las personas que asistieron al retiro en silla son muy pacientes, nos piden las cosas con amabilidad y de una en una, y cuando te ven ocupada, esperan. Me doy cuenta de que tienen mucho aguante ante el no saber y están dispuestos a guiarte. También se muestran muy dispuestas a compartir y me enseñan muchas cosas de la vida a través de sus propias experiencias. Por otra parte, los participantes en general cultivan la generosidad. Si ven que una persona te necesita, están dispuestos a tu vaivén y quizá a algún movimiento, ruido, o a un ritmo y tiempo diferente del que necesitan ellas mismas en su práctica durante la clase.
Lo segundo que observo es que todas se hacen responsables de sí mismas y que tienen unas ganas enormes de ser felices. Tienen reducida su capacidad física de un modo significativo, pero esto no les ha frenado a la hora de construir su propia vida al estilo en que ellas la sueñan. Se han adaptado a sus dificultades y se han moldeado de tal modo, que ahora pueden vivir del modo más pleno posible, disfrutando y siguiendo el camino de la felicidad, cada día un poquito más. La resiliencia forma parte de todas nosotras, algunas personas la olvidan, ellas no. Es un placer el que te digan con una sonrisa: – ¡Uih! Tenía que haberte dicho que me ayudaras a cambiarme antes de que fueras a recoger a la estación a los compañeros-, en lugar de -¡Tenías que haberlo sabido!.
Me quedé fascinada con los logros de cada una de ellas: llegar a ser jugador olímpico en tu deporte favorito, conducir tu coche con mucha destreza gracias a un volante adaptado de nueva generación, mostrarse receptivas a las manos de otras personas, plantarse frente a sus progenitores o cuidadores y decirles: – yo quiero hacer esto y si vosotros no lo veis yo sí, ésta es mi vida -, o tomarse a risa que te hagan un círculo en la calle porque te has dejado la pierna ortopédica atrás al subir a la moto, convirtiendo una situación embarazosa en una anécdota divertida.
Lo tercero que observé es que más allá de poder hacer mejor o peor una postura, tú lo haces lo mejor posible y respiras en ella estando en contacto contigo misma, aunque en algunas necesites asistencia o modificación.
También me he dado cuenta, que el conocimiento y la conciencia de una misma es muy importante cuando estás asistiendo en una clase de yoga adaptado. Intuyo que es importante que sigas en la medida de lo posible las instrucciones de la facilitadora para mantener el clima de la clase y, por otro lado es importante que mantengas unas posturas en las que estés lo más segura y cómoda posible. Recordar en todo momento mantener la espalda, los tobillos y las rodillas en condiciones, haciendo una postura de yoga fácil o movilizando a una persona, es vital. Y también es importante la actitud interna, pues estás haciendo yoga, tanto cuando estás facilitando la posición a otra persona, como cuando estás respirando, en contacto, en silencio, escuchando. Estás sirviendo a otra persona que a la vez te sirve a ti misma y estás retirando tu ego de todo aquello que realizas, mientras la conciencia se mantiene centrada en las sensaciones internas y externas.
En el contacto, es donde mayor diferencia he sentido, pues aquí realizas yoga con otra persona en el más amplio de los sentidos, y en este caso se añaden factores complejos. Por supuesto, siempre he tenido presente que, así como el facilitador facilita y es un canal, el asistente asiste y es un apoyo. Simplemente un apoyo.
Si de un fin de semana extraigo estas conclusiones, me imagino lo fascinantemente nutritivo que tiene que ser la formación de yoga adaptado y la asistencia a los grupos de yoga semanales.
Por otro lado, el entorno me ha parecido ideal y el hospedaje acertado, pues nos ha permitido a todas disfrutar de la visión, el olor y el clima, tan querido por mí, de la playa y de la montaña. Un lujo de alguna parte de la Comunidad Valencia de la que disfrutar en familia, así como de unas habitaciones donde no había escalones ni muebles en medio que resultaran incomodos, donde los enchufes estaban a la altura, y donde los tamaños de las puertas permitían pasar con holgura.
Me siento muy agradecida a todas las personas participantes en este retiro por hacer de este fin de semana algo más que un retiro; un lugar de crecimiento, de encuentro, un espacio donde ser, estar, existir y compartir en comunidad.
Me da la sensación de que mi integración daría para 4 folios más. Vienen a mi mente los talleres, las dinámicas y actividades, y para cada uno de ellos tendría palabras. Vienen a mi mente momentos de risas, y para cada uno de ellos tendría palabras. Vienen a mi mente momentos de complicidad, y para cada uno de ellos tendría palabras. Vienen a mi mente las diferencias entre los distintos tipos de yoga, y para cada uno de ellas tendría palabras. Vienen a mi mente…. y para cada una de ellas tendría palabras…
También viene a mi mente la posibilidad del que el yoga sea verdaderamente universal.
Y como resumen solo diré: el camino de la felicidad está en nosotras, podemos tomarlo. Solas lo tomamos y solas no estamos en él.
Sat Nam. Om tat sat